Beneficios del baile para la salud mental

Publicado por silvana enero 22, 2020

Beneficios del baile para la salud mental

Ya conocemos los beneficios físicos de practicar la danza en nuestra nota anterior. Sin embargo, no podemos desatender su utilidad en la salud mental, pues nos ayuda a crecer a nivel personal y, por tanto, alcanzar el máximo bienestar. A continuación, les traemos "las bondades del baile en la salud mental". ¡Qué lo disfrutes!

Beneficia a las personas con "Párkinson"

"No sé bailar correctamente pero me gusta saltar. Es como tener shock y espasmos." (Damon Albarn)

Un estudio realizado por la universidad canadiense, “McGill”, demostró que los enfermos de Parkinson que bailaban tango mejoraron sorprendentemente. Ellos admitieron que el temblor de sus cuerpos desaparecía cuando se movían al son de la música.

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El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que deteriora al movimiento a medida que avanza el tiempo. Las personas que lo padecen tienen dificultades para caminar o para hacer tareas del hogar. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar. La música les ayuda a salir de los "bloqueos", a entrenar las capacidades motrices como la coordinación, fuerza o el equilibrio; y además facilita la expresión corporal. Del mismo modo, mejora las capacidades emocionales, porque crea estímulos que intervienen en el estado de ánimo, disminuye la ansiedad y provoca sensaciones de placer y bienestar. Por último, desarrolla las capacidades cognitivas como la memoria, el aprendizaje o la atención.

Combate el alzheimer

“El baile puede revelar todo el misterio que la música concede.” (Charles Baudelaire)

Se analizaron dos pruebas para evaluar los efectos de la danza en el cerebro. En la primera, se indagaron datos de 876 adultos que, a través de cuestionarios periódicos sobre su actividad física y su función cognitiva a lo largo de 30 años. En la otra prueba, todos los participantes, cuya edad promedio fue de 78 años, se sometieron a pruebas de resonancia magnética por imagen con el objetivo de evaluar el volumen de sus cerebros, especialmente del hipocampo, relacionado a los procesos mentales (la memoria) y los estados emocionales, y de otras áreas implicadas en la memoria y la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores relacionaron el volumen cerebral de cada participante con su grado de actividad física (caminar, bailar, montar en bicicleta o practicar la jardinería). Los resultados arrojaron que el aumento de actividad física se asociaba con un mayor volumen de los lóbulos frontal, temporal, incluido el hipocampo, y parietal del cerebro. Y asimismo, que aquellos participantes con un mayor volumen cerebral, consecuencia de una mayor actividad física, reducen un porcentaje considerable el riesgo de contraer alzheimer y otras demencias.

Cuando aprendemos rutinas de baile, la memoria y la habilidad de realizar varias tareas al mismo tiempo incrementan. Es importante recalcar que no se necesita practicar un ejercicio físico intenso. Como lo muestra un estudio liderado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.), en el que se comprueba que dar paseos, caminar, bailar o practicar jardinería son suficientes para reducir en hasta un 50% el riesgo de desarrollar alzhéimer.

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Elimina el estrés

"La danza no es más que el reflejo de lo que nuestro cuerpo convierte en arte. (Antonio Gades)

La depresión, el estrés, la fatiga e incluso el dolor de cabeza que sufren las jóvenes puede aliviarse mediante una rutina de baile, de acuerdo a un estudio en el que participaron 112 niñas de edades entre 13 y 19 años.

Anna Duberg, quien cursaba un doctorado en la Universidad de Örebro (Suecia), llevó a cabo, en el Hospital Universitario de Örebro, una investigación sobre la influencia del baile en la salud autoevaluada de adolescentes con problemas, que habían solicitado la atención de los servicios médicos del colegio por ansiedad, depresión, fatiga y dolores de cabeza, espalda, cuello y hombros. Las adolescentes se dividieron en dos grupos aleatoriamente: un grupo de 59 niñas que asistieron a clases de baile de 75 minutos, dos días por semana durante ocho meses, y en otro grupo, de control, se incluyó a 53 niñas que mantenían sus hábitos. Se comprobó que el baile reduce los niveles de dopamina y elevó los de serotonina, hormona de la felicidad; es decir, aumentó su autoestima y la capacidad para enfrentarse a los problemas diarios en comparación con el grupo de control, y eliminaron los dolores iniciales. El proyecto tuvo un final feliz, ya que, el 91 % de las niñas del grupo que asistieron a las clases afirmó que el estudio fue una experiencia positiva.

Esperamos que hayas disfrutado de esta nota, coméntanos cómo el baile mejoro tu calidad de vida y no olvides que puedes seguirnos en nuestro fanpage “Tempo Limeño” para más sorpresas. ¡Hasta la próxima!